Los tumores cardíacos son infrecuentes (0.4-0.5 %) y benignos en un 75%. Debe sospecharse su existencia ante uno o más de los siguientes cuadros: insuficiencia cardiaca de instauración súbita, que no responde al tratamiento habitual y es progresiva; hallazgo de un derrame pericárdico hemorrágico; embolia sistémica en un paciente con un cuadro similar al de la endocarditis, en ritmo sinusal; cuadro inexplicable de hipertensión arterial pulmonar; cuadro obstructivo de la vena cava superior, auscultación que varía de forma substancial con los cambios de posición del paciente.
TUMORES CARDÍACOS PRIMITIVOS
Mixoma (fig. 1). Representa casi el 50% de los tumores cardíacos se hallan en la aurícula izquierda en el 75% de los casos. Suelen ser pediculados pudiendo bloquear las válvulas mitral y tricúspide, produciendo asi cambios de auscultación (sugieren, por regla general, la existencia de estenosis, mitral o tricuspídea, variando según la posición del enfermo), también producirán sincope (por bloqueo del orificio mitral o tricuspídeo) relacionado con la posición, fiebre inespecífica y embolias sistémicas por fraccionamiento del tumor; si se encuentran en la aurícula o ventrículo derecho ( menos frecuente) el cuadro puede ser similar al de una pericarditis constrictiva con insuficiencia cardiaca derecha intratable. Puede haber un síndrome de vena cava superior. El método diagnóstico de elección es el ecocardiograma (fig. 2).
Fig. 1 Mixoma auricular izquierdo extraído quirúrgicamente. El tumor pediculado ocupaba gran parte de la aurícula izquierda, simulando la auscultación de una estenosis mitral, aunque variaba según la posición del enfermo (obstrucción parcial del orificio mitral por el tumor pediculado).
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Fig. 2 Ecocardiograma modo M que muestra ecos densos dentro de la cavidad auricular izquierda, correspondiente a un mixoma. |
Sarcoma. Entre los tumores cardíacos primarios malignos es el más frecuente (20%). Puede localizarse tanto en la aurícula como en ventrículo derechos y es sobre todo pericárdico o endocárdico, rara vez miocárdico. La clínica es similar a la descrita para el mixoma, además de la aparición de metástasis en pulmón, pleura, mediastino, tráquea, bronquios, hígado, riñón y suprarrenales.
TUMORES CARDÍACOS METASTASICOS
Solo un 10% dan síntomas. Debe sospecharse metástasis cardiaca en un paciente neoplásico en el que aparece súbitamente una de las complicaciones clínicas comentadas en los otros apartados, así como la aparición de fibrilación o flúter auricular de difícil tratamiento, bloqueo auriculoventricular completo o bloqueo de rama, asi como la aparición brusca de derrame pericárdico hemorrágico ( es el hallazgo más frecuente). En el pericardio pueden existir quistes hidatídicos (fig. 3).
Fig. 3 Radiografía que muestra una cardiomegalia importante con borde izquierdo formado por varias prominencias y campos pulmonares claros. Se trata de una mujer de 45 años con hidatidosis pericárdica.
TRATAMIENTO
Su clínica suele ser secundaria a obstrucción mecánica, por lo que el tratamiento será quirúrgico, excepto en los casos en que existen metástasis no resecables, tales como el carcinoma de mama, los linfomas y las leucemias. En estos casos puede intentarse tratamiento quimioterapico o con irradiación. Si existe taponamiento pericárdico recurrente pueden inyectarse fármacos quimioterápicos en el saco pericárdico o bien intentar la resección parcial o total del pericardio. El pronóstico es muy malo.
J.Peret Riera&J.J Peret Martínez