Dolor dorsal

viernes, 25 de enero de 2013 | comentarios

El dolor dorsal está producido a menudo por sobrecarga postural, especialmente por excesivo trabajo doméstico en las mujeres o por discretas alteraciones de la estática del raquis
Espondilosis 
En muchos pacientes con dorsalgia se observan imágenes radiológicas de espondilosis a las que no hay que atribuir la causalidad de una dorsalgia, dado que puede haber otros factores que intervengan decisivamente. Así, en la actualidad, un gran número de dorsalgias crónicas, que generalmente forman parte de una raquialgia difusa y persistente, son consideradas de origen psicosomático, ya que forman parte de un cuadro de ansiedad o de ansiedad-depresión. Por otra parte, es una de las manifestaciones más características de la neurosis de renta o de la simulación. 
Espondilitis anquilosante 
En los varones la presencia de dolor dorsal tiene que hacer pensar en el diagnóstico de Espondilitis anquilosante (fig. 1).
En la espondilitis anquilosante la sindesmorfitosis que aparece entre los cuerpos vertebrales es muy característica y hace que la movilidad se reduzca en su amplitud o desaparezca, aunque a ello contribuye también la afección de las interapofisarias.
En tal caso, el paciente tiene una historia de años de dolores en región lumbar o en nalgas y extremidades inferiores, hasta que más adelante aparece el dolor dorsal, que se acompaña generalmente de rigidez. El diagnóstico de tal dorsalgia depende sobre todo de la radiografía de sacroiliacas. 
En los adolescentes la enfermedad de Scheuermann es una causa poco frecuente de dorsalgia. Se caracteriza por la aparición de una cifosis dorsal que se desarrolla entre los 12 y 18 años, con un máximo a los 16 años, predominando ligeramente en los varones; es un trastorno benigno del crecimiento. Enfermedades óseas En pacientes mayores de 50 años, especialmente ante una dorsalgia de aparición brusca, hay que pensar en una osteoporosis que ha motivado uno o varios aplastamientos vertebrales (figs. 2 y 3)
Aplastamiento vertebral en la osteoporosis.
Osteoporosis con diversas fracturas vertebrales.
y también hay que tener en cuenta la posibilidad, más remota, de una metástasis (fig. 4).
El hallazgo radiológico de una vertebra densa (vertebra de marfil) ha de hacer sospechar la posibilidad de una metástasis osteoblastica, entre otras causas posibles (enfermedad de Paget, por ejemplo)
Una dorsalgia brusca no es un hecho trivial y requiere una correcta evaluación del enfermo, unas radiografías técnicamente adecuadas e incluso una gammagrafía o una tomografía computarizada. Además se llevará a cabo el pertinente estudio analítico. 
Cifosis 
La aparición de una cifosis en un adulto tiene gran importancia semiológica. La cifosis dorsal armónica (fig. 5)

Cifosis armónica

es propia sobre todo de la espondilosis y también de la espondilitis anquilosante. La aparición de una cifosis angular (fig. 6)

Cifosis angular

tiene que hacernos sospechar la posibilidad de un aplastamiento vertebral por osteoporosis o por neoplasia, así como la eventualidad de una espondilitis infecciosa. 
Hiperostosis anquilosante vertebral 
A partir de los 45-50 años la hiperostosis anquilosante vertebral de Forestier y Rotés-Querol es una causa de raquialgia que hay que tener en cuenta. Los dolores que motiva son suaves o inexistentes, pero en algunos enfermos pueden ser intensos y transfixivos, sobre todo en tórax. Esta afección se caracteriza porque se establece una osificación sobre la totalidad del perirraquis por detrás del ligamento vertebral común anterior, que se apone al soma de los cuerpos vertebrales (fig. 7).

Banda característica de la hiperostosis anquilosante vertebral.
No guarda relación con la artrosis vertebral y se da con cierta frecuencia en diabéticos. Se diagnostica entre los 50 y 80 años, siendo la frecuencia similar en ambos sexos. El proceso en general es indoloro y se sospechará cuando al explorar a un paciente cuya edad se halla dentro de los límites mencionados se descubra una rigidez lumbar, dorsal o de todo el raquis. En la radiografía de perfil se aprecia una banda osificada que desciende adosada al borde anterior de los cuerpos vertebrales; la localización típica es entre DIV y DXII. En la proyección anteroposterior la imagen es muy evidente a la derecha en forma de grandes puentes algo parecidos a los sindesmófitos. En la región cervical los puentes pueden ser enormes. En la lumbar la banda calcificada es discontinua y aparecen proliferaciones óseas en forma de llama de bujía. En la pelvis, caderas, rodillas y pies, pueden observarse osificaciones en las zonas de inserción de tendones y ligamentos. El pronóstico de la afección es benigno, ya que no invalida. Debe diferenciarse de la espondilitis anquilosante (sacroiliacas indemnes y B27 negativo) y de la espondilosis. No existe tratamiento. Anomalías congénitas Las anomalías congénitas de la región dorsal (fig. 8)son poco frecuentes, en comparación con las de la región lumbosacra y de la cervical.

Raquisquisis de vertebras dorsales; falta la apófisis espinosa en dos vertebras


E.Lience

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